Encuentro con editoriales: Valdemar

Ha obtenido el Premio Nocte Honorífico y el Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial. Se trata de Valdemar, una editorial independiente con sede en Madrid y dedicada a publicar, sobre todo, literatura de terror, fantástica y ciencia ficción. Conversamos con Rafael Díaz Santander, su editor.

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¿Nos podrías contar un poco sobre el origen de la editorial?

Bueno, nos tenemos que remontar al año 86 que fue cuando empezamos a fraguar la idea de montar una editorial. En aquella época nos planteábamos si sería factible una editorial dedicada al género fantástico, a la literatura extraña en general, que publicara los clásicos del género en ediciones cuidadas, y además que fuera rentable, al menos lo suficiente para vivir de ello. Había muchas lagunas, ediciones muy lamentables de algunas obras, ediciones censuradas o incompletas. Otra de las exigencias que nos marcamos fue la de editar obras que nos gustaran en primer lugar a nosotros, que cumplieran los mínimos requisitos comerciales, y que fueran susceptibles de encontrar un público más amplio. No teníamos mucho dinero, ni otro trabajo, así que estos primeros años fueron muy precarios y pronto vimos la necesidad de abrirnos a otros géneros, como el misterio, la aventura, los clásicos de la literatura universal, etc. Además nosotros no sabíamos nada de cómo funcionaba el mercado del libro, fuimos aprendiendo a base de trompicones.

¿Cómo surgió el nombre de la editorial?, ¿alusión medieval?, ¿a la obra de Poe?, ¿Valdemar «el que manda»?

Es un homenaje a Edgar Allan Poe, por supuesto, el maestro del terror moderno. Creo que cualquier lector aficionado al género fantástico relaciona enseguida el nombre de Valdemar con el relato de Poe, que es además uno de los más terroríficos que se han escrito. Como anécdota puedo decirte que Valdemar compitió con el nombre de Venta Quemada, que es la venta donde Alfonso van Worden, en Manuscrito encontrado en Zaragoza, sufre sus extrañas alucinaciones. Finalmente descartamos Venta Quemada por su doble sentido en castellano.

Su catálogo está compuesto por más de seiscientos títulos ¿qué no publica Valdemar?, ¿en base a qué escogen lo que editan?

Como decía al principio, enseguida nos planteamos la necesidad de tocar otros géneros, porque sólo con literatura extraña y de terror no llegaríamos muy lejos. Creamos una colección dedicada a clásicos de la aventura, clásicos juveniles ilustrados, biografías, etcétera; la colección Avatares, que en la actualidad y debido a las diferentes crisis en el mercado del libro se ha quedado un poco parada, aunque todavía reeditamos algunos títulos. Posteriormente creamos colecciones como Clásicos y Letras Clásicas y editamos, por ejemplo, A la busca del tiempo perdido de Proust, los Cuentos Completos de Kafka, Parerga y Paralipomena de Shopenhauer, Así habló Zaratustra de Nietzsche, los cuentos y el Teatro completo de Oscar Wilde y muchas más, tanto de filosofía como de narrativa. Ahora mismo tenemos una colección dedicada a los clásicos de la literatura western. Así que sí, hemos editado prácticamente de todo, sin concesiones a lo comercial, dejando atrás toda esa literatura un poco vírica que se alimenta de fórmulas rutinarias y repetitivas, sin ninguna aportación sustancial al género o a la calidad literaria. Generalmente escogemos aquellas obras que merecen estar al alcance del lector actual o que han sido maltratadas, bien sea por la censura de la época o por traducciones deficientes. O bien, sencillamente, porque son nuestras obras favoritas.

Entre las múltiples colecciones de la editorial encontramos Gótica e Insomnia, destinadas a la literatura de terror ¿Nos pueden hablar un poco de cada una?, ¿cómo nacen?, ¿qué buscan?

Gótica surge de la necesidad de dedicar una colección única y exclusivamente a las obras más significativas de la literatura gótica y de terror. Fue una idea un tanto arriesgada en aquel momento, y de hecho a la colección le costó mucho arrancar, pero era nuestra colección favorita, la colección que daba sentido a la editorial y que la distinguía de las demás editoriales. A día de hoy llevamos 113 títulos publicados en Gótica, la colección goza de un enorme prestigio en el mundo de habla hispana, hay fanáticos y coleccionistas, algunos títulos alcanzan cifras abultadas en el mercado de segunda mano.

En cuanto a la colección Insomnia, es un proyecto compartido con nuestro buen amigo, traductor y antólogo, José María Nebreda, colaborador con Valdemar desde tiempos remotos. Al igual que la anterior, se centra en el terror, pero ahora en el contemporáneo y pretende ofrecer una muestra de los diversos caminos por donde deambula el género en nuestros días. Actualmente el proyecto está dormido, como el gran Cthulhu, aguardando el despertar.

¿Qué lugar ocupa la literatura de terror y misterio en el mundo lector español?

Es difícil responder a esta pregunta, porque es la que nos hacemos todos los lectores, autores y editores de terror en nuestro país. A juzgar por los bestsellers del género, se diría que ocupa un lugar muy destacado en lo que a ventas se refiere. En lo alto de la montaña está el Rey, nuestro querido Stephen King, y a su alrededor una corte de figuras menores aunque importantes, y más abajo una caterva de autores formularios y rutinarios de nulo interés pero de éxito considerable: aquí están todas esas novelas de vampiros adolescentes y zombis añosos que infectan las secciones de terror de muchas librerías. Sin embargo todo esto es un mero espejismo, lo cierto es que el terror de una mínima calidad está a un abismo de distancia de estos fenómenos coyunturales. Los lectores son muy fieles y agradecidos, pero escasos, y generalmente están abrumados por la cantidad de novedades que aparecen cada uno o dos meses. Así que la pregunta no tiene una respuesta clara, al menos por mi parte.

Si bien apuestan por todos sus autores, si tendrían que presentar su editorial con cinco títulos ¿Cuáles serían estos?

Depende del día y del momento. Ahora mismo, y sin pensarlo mucho, diría: La narrativa completa de Lovecraft; A la busca del tiempo perdido de Marcel Proust; Manuscrito encontrado en Zaragoza de Jan Potocki; Teatro Grottesco de Thomas Ligotti y Cuentos completos de Joseph Conrad.

¿Cuáles han sido las mayores satisfacciones y decepciones en todos estos años de labor editorial?, ¿alguna anécdota?

La mayor satisfacción ha sido encontrar un público fiel y entusiasta que nos ha permitido seguir editando todos estos años. Valdemar ha sido importante para varias generaciones de lectores, y eso es algo de lo que podemos sentirnos orgullosos. Tenemos muchos seguidores en México, Argentina, Colombia y otros países latinoamericanos, lo cual también es bastante satisfactorio, quizás son los más entusiastas de todos. Es una pena que entre nuestros países medie la cerrazón de los políticos que impide un intercambio cultural más fluido. En cuanto a las decepciones, es mejor no hablar de ello, porque en el mundo del libro las decepciones son constantes. Hay proyectos en los que has invertido mucho trabajo, ilusión y dinero y finalmente fracasan. En treinta años hemos tenido muchas decepciones y esto es algo que nos sucede a todos los editores.

Además de repartir sus títulos con las distribuidoras, los venden desde su página ¿Cómo les va con eso?, ¿funcionan las ventas on-line?

Desde nuestra página vendemos una parte muy pequeña, más bien lo tenemos como un servicio a los lectores. Realmente son las grandes librerías como Amazon, La Casa del Libro, Fnac, El Corte Inglés, etc., las que venden on-line. Es un porcentaje muy pequeño sobre el total de las ventas. Puede que esté en torno al 10%, lo cual es muy escaso. En teoría debería estar creciendo, porque las librerías no pueden acumular tanto depósito de libros en sus locales y la única manera de conseguirlos es mediante la compra on-line.

¿Qué novedades podrá esperar el público lector en los meses que vienen?, ¿alguna sorpresa dentro de la literatura de terror?

Siempre procuramos dar alguna sorpresa, sobre todo en la colección Gótica. El 2019 va a estar cargado de novedades muy golosas. Por ejemplo, la publicación de la mayor antología de cuentos de Lord Dunsany hasta la fecha en nuestro país. También está proyectado un volumen con los mejores relatos de Algernon Blackwood y no sigo porque entonces no habrá sorpresa.

El editor es un gran lector

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Rafael Díaz Santander para Jotdown.

¿Cuál es tu relación personal con la lectura?

Toda mi vida he estado leyendo, de hecho apenas recuerdo un tiempo anterior a la lectura. En mi casa siempre había libros y tebeos que leer; no muchos, pero suficientes. Mi vicio principal en aquella época era comer, merendar y cenar leyendo tebeos. Saborear la comida y leer a la vez era casi orgásmico. Mi padre, incluso, me abrió una cuenta de crédito en una librería. De joven me entusiasmaba ir formando una biblioteca y verla crecer. Siempre me han fascinado los libros como objetos, la tipografía, las ilustraciones de cubierta, la encuadernación, el papel, etcétera. De igual manera, detesto los libros mal hechos, los que sólo tienen una finalidad comercial y no atienden a los detalles, me da dolor verlos. Un libro puede ser barato e increíblemente hermoso a la vez.

¿Cuál ha sido su mayor descubrimiento literario como lector?

He descubierto muchos autores rebuscando por los estantes de las librerías, autores de los que no había oído hablar ni nadie me había recomendado. Yo fui un lector solitario, mis amigos no leían, así que la lectura era para mí casi un acto masturbatorio. El descubrimiento más emocionante fue H.P. Lovecraft. Un día me encontré con un libro que llevaba por título: Viajes al otro mundo. Ciclo de aventuras oníricas de Randolph Carter. Fue un golpe muy fuerte, un verdadero impacto en el cerebro. Yo había leído a Poe, Stevenson, Herman Hesse, Thomas Mann, etc., pero Lovecraft fue una obsesión, algo patológico. En aquella época (1970) siempre descubría algún autor fascinante deambulando por las librerías, me pasaba horas escogiendo en qué libros iba a gastarme el dinero. Italo Calvino, García Márquez, Joan Perucho, Jan Potocki, y un largo etcétera. La época en que uno es todavía un iniciado lector y descubre autores es una época de iluminación.

¿Gracias a qué lecturas te vinculaste con la edición?

Todo deriva en cierta manera de las lecturas que te he mencionado antes. Descubres autores, investigas y relacionas unas cosas con otras. Aparte de los grandes clásicos, la literatura fantástica y extraña es una pasión de toda la vida. Creamos la editorial precisamente por eso. Valdemar es una editorial muy personal en ese sentido: es un reflejo de nosotros mismos, de lo que hemos leído a lo largo del tiempo.

¿Qué libros o autores ya publicados te hubiese gustado editar?

La lista sería interminable. Me habría gustado hacer una selección de los mejores relatos de Stephen King, que son muy buenos, pero su agente literario no permite hacer estas cosas. También me habría gustado editar El señor de los anillos porque aparte de su calidad incuestionable, nos habría dado mucho dinero para editar cosas verdaderamente arriesgadas.

¿Por qué creer en los libros y en la edición hoy en día?

No creo mucho en el futuro de la lectura. Leer y comprender lo que se lee es una habilidad que se está perdiendo a pasos agigantados. Una sociedad que no lee está destinada al embrutecimiento, a la credulidad y la sumisión, que es justamente la sociedad a la que estamos derivando. Bueno, todavía quedan unos pequeños focos de resistencia, que son las editoriales independientes, pero no sé durante cuánto tiempo se puede prolongar esta situación.

¡Gracias Rafael por tus respuestas!

Conoce más títulos de Valdemar en su página de Babelio.

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