No ficción, narrativa y libros ilustrados son los géneros por los que se mueve Capitán Swing, editorial que promueve el disfrute y la reflexión a través de la lectura, libros como herramientas políticas, científicas y culturales para comprender y criticar la realidad en que vivimos. Daniel Moreno, su editor, habla sobre el origen y la vida del Capitán, en esta entrevista para la comunidad lectora de Babelio.

¿Nos podrías contar un poco sobre el origen de la editorial?
La editorial nació en otoño de 2010. El año pasado cumplimos nuestra primera década con mucho orgullo e ilusión por la siguiente. Han pasado diez años desde que Capitán Swing comenzara su andadura. Lo que empezó siendo la fantasía de unos estudiantes de Sociología y Ciencia Política por intentar reactivar un inexistente servicio de publicaciones de la Universidad Complutense, romper con el prejuicio de que el ensayo crítico no tenía lectores y ganarse unos cuartos se convirtió, con tiempo y esfuerzo, en el proyecto personal de un lector en busca de otros lectores con gustos similares. Así nacía esta editorial, con el propósito de publicar en castellano ensayo de calidad contrastada pero poco conocido en el mercado español. Irrumpimos en las librerías con Florencia insurgente, de Nicolás Maquiavelo.

Capitán Swing ¿A qué responde el nombre?
Cuando creas una empresa, una asociación, cooperativa, etc., donde hay que poner un nombre social, siempre piensas que se te ocurrirá el nombre perfecto hasta que das cuenta de que no los hay y los que mejor semántica tienen ya están pillados. En nuestro caso se hizo una lista tremenda con multitud de nombres, casi todos ellos absurdos, y vía asamblearia se decidió este de Capitán Swing. El nombre viene de unas revueltas obreras del siglo XIX en la Inglaterra Victoriana que se combinaron tanto en el campo como en la ciudad. A lo mejor te suena más el nombre de Luditas. Eran los llamados destructores de máquinas. Esta gente frente a los tijeretazos salariales, a los despidos, etc. ejercían el sabotaje industrial; cuando esto fallaba se dedicaban a redactar cartas amenazadoras a los patronos de entonces en las cuales se reivindicaban una serie de derechos; estas cartas siempre estaban firmadas por un tal Capitán Swing; puedes encontrar muchas en internet. El personaje por supuesto no existía pero daba un carácter de unificación al movimiento. Se trata de un nombre múltiple o genérico que engloba a todas las partes. Durante años el tal Capitán Swing fue perseguido; naturalmente nunca se le encontró. Nos parecía un nombre sugerente, por ser genérico y no identificarse a primera vista con nadie; y luego por que pegaba bien con el tipo de historias que queríamos rescatar. Pequeñas historias que fueron aniquiladas pero que permanecen en el imaginario colectivo. La editorial se concibe como un espacio de diálogo entre culturas intelectuales y académicas diversas, entre variadas y plurales tradiciones de pensamiento, y como un sitio de intercambios críticos y de encuentros entre disciplinas, modos y estilos de saber.
La editorial propone psicoactivos para la crítica ¿Qué hace que un libro tenga cumpla esta condición?
Todos nuestros ensayos comparten una visión y análisis crítico de la realidad que nos rodea. No entendemos comprender el mundo sin hacernos preguntas y cuestionar todas las posturas de los hechos que acontecen. El espíritu crítico es el alma de nuestro sello.
¿Qué colecciones presenta la editorial? Cuéntanos un poco sobre estas.
Las temáticas de la editorial y sus colecciones son diversas, pero podemos encontrar algunas líneas de estudio e investigación muy concretas que se repiten bastante: ciencia, feminismo, sociología, colectivismo social, historia, ecologismo, economía, antifascismo, antirracismo…
Cumplieron 10 años de labor editorial ¿Cómo ves el recorrido de la editorial desde sus inicios hasta ahora?
Tras haber sobrevivido a la peor década del sector editorial, la celebración nos permite echar la vista atrás. Aquel objetivo inicial arroja el balance satisfactorio de haber publicado un número notable de ediciones de grandes nombres que nos enorgullece albergar en nuestro catálogo, haber sabido crear un estilo propio y haber gozado de la atención y el prestigio entre la prensa y el público. Nos alegra haber conseguido despertar interés por nuestros libros y haber encontrado una identidad y un carácter que permite a los lectores adquirir un título o un autor que desconocen, principalmente, porque valoran el historial de nuestras publicaciones. Una biblioteca de 300 libros ha servido para consolidar la marca del indómito Capitán Swing, encontrando un pequeño éxito en cada temporada y un fondo que sigue vivo y que cada día descubren más lectores. Nos hace felices que el éxito tras todo este tiempo no solo pasa por cumplir diez años, sino por haber crecido ampliando el proyecto personal a un equipo de cuatro personas y muchos colaboradores. Todo ello en un tiempo de crisis en el que, por paradójico que pueda parecer, han nacido otros sellos similares y han contribuido a una renovación muy potente del panorama editorial nacional.
Si bien una editorial defiende todo su catálogo, ¿qué libros o autores consideran indispensables o emblemáticos de Capitán Swing?
Elegir un solo nombre sería denostar al resto y los queremos a todos, mucho. Pero si te sirve de referencia, Rebecca Solnit es nuestra autora más publicada: tenemos seis ensayos suyos editados en el sello y apostamos por ella cuando nadie lo hacía. Nos enorgullece haber ayudado a descubrir su obra y su perfil académico, filosófico y activista en España y Latinoamérica.
El pensamiento político, filosófico y científico, así como el estado de las sociedades dibujan la línea de esta editorial ¿Cambian los lectores según los cambios que va teniendo la sociedad?
Sí y no. La editorial, al igual que sus apuestas temáticas, tiene lectores fieles porque las líneas son similares desde el principio. No obstante, ahora que llevamos por ejemplo varios años muy volcados en los ensayos científicos, lógicamente, hemos ganado lectores nuevos procedentes de este campo de interés que antes no nos conocían o nos leían menos.
¿Los libros son siempre una herramienta para conocer y comprender la realidad?
No la única, pero sí definitiva, para nosotros al menos lo es.
¿Qué novedades podrá esperar el público lector en los meses que vienen?, ¿alguna sorpresa?
Nuestro catálogo editorial de 2021 está online, en nuestra web, abierto a toda aquella persona que sienta interés por los títulos que el Capitán lanzará a lo largo de este semestre. El resto no podemos avanzarlo, es así, es sorpresa, tendrán ustedes que esperar… Y nos parece una incertidumbre preciosa, ahora que todos estamos aprendiendo a vivir al día.

El editor es un gran lector
¿Cuál es tu relación personal con la lectura?
Gran parte de mi actividad laboral es leer y seleccionar títulos para la editorial, así que es una relación privilegiada. Como la editorial es mía esta actividad va más allá de lo laboral, así que todo lo que tiene que ver con las lecturas que hago a día de hoy tiene algo que ver con el trabajo. A día de hoy solo me da tiempo a leer lo que tiene relación directa con la editorial. Ya no leo fuera de lo que es el trabajo en sí mismo. Así que podría decir que tengo una relación estrictamente profesional, no me da la vida para leer por placer o por curiosidad, aunque afortunadamente leyendo en el trabajo muchas (casi todas) veces resulta la lectura placentera y enriquecedora.
¿Cuál ha sido tu mayor descubrimiento literario como lector?
Seguramente sea más redescubrimiento que descubrimiento; casi siempre esa sensación me la provocan los clásicos; son esas (re)lecturas que admiten tiempos, momentos y edades distintas y que nos acompañan en toda nuestra biografía lectora. Por ejemplo Los Episodios Nacionales de Galdós, la mejor obra de uno de nuestros mejores escritores, a la altura de otros grandes clásicos como Balzac, Flaubert…etc.
¿Gracias a qué libros o autores decidiste incursionar en la edición?
Bueno, yo no soy un editor vocacional, acabe siendo editor un poco por casualidad, aunque la pasión por los libros siempre estuvo ahí. Creo que lo que hizo que al final acabara montando un editorial es una mezcla de desmotivación por el horizonte laboral que tenía delante al terminar la carrera y la visión sobre un posible nicho de mercado que no estaba del todo cubierto; cuando empezamos el ensayo no gozaba de muy buena salud y había muchos autores no traducidos al castellano.
¿Qué libros o autores ya publicados te hubiese gustado editar?
No es algo a lo que un editor le guste mucho pensar. Muchos de esos libros quizás se escaparon de sus manos por falta de tiempo, de decisión, de dinero o algún motivo frustrante de esos que hacen que tengas que prescindir de aquella obra y no por falta de ganas. Normalmente en la reflexión mental del editor solo caben aquellos libros que ha podido editar y no aquellos que quiso y no pudo, eso hace pupa. Especialmente dolorosos por que combinaron muy bien ventas y buen contenido, y los tuvimos en la mano cuando era posible: El capital en el siglo XXI, de Thomas Piketty y Stoner, de John Williams. Y otros tres que eran de la casa y con los que nos hubiera gustado seguir, ya que representaban a la perfección a la editorial: El Establishment, de Owen Jones, Capitalismo canalla, de César Rendueles y Comportarse como adultos, de Yanis Varoufakis.
¿Por qué creer en los libros y en la edición hoy en día?
Creo que actualmente vivimos en un realidad social tan agitada que necesitamos historias ambientadas en ella y análisis que nos ayuden a comprenderla. Desde un punto de vista tanto lector como editorial son tiempos muy interesantes. Además son tiempos donde los competidores de la lectura (nuevos hábitos de ocio, dispositivos electrónicos, plataformas) se pueden convertir no en un obstáculo para lectura como podían ser antes sino en algo complementario (hace poco había un titular que decía que Netflix buscaba historias para producir en los libros de ensayo). La realidad actoral hace que un libro o un tema político-social pueda competir con un partido de fútbol, más allá del puro entretenimiento.
Conoce más sobre la editorial en su página de Babelio.